Fileteado porteño
El fileteado es un arte inventado en Argentina, más precisamente en la Ciudad de Buenos Aires en la zona del puerto de la Boca a principios del siglo 20.
Desde unas simples líneas finas, pasando por las clásicas con flores como rosas o claveles hasta los actuales dragones; el fileteado ha evolucionando y nuevas generaciones continúan lo empezado por Vicente Brunetti y Cecilio Pascarella con tan solo diez y trece años de edad.
Los primeros fileteados se vieron en los carros que transportaban alimentos a tracción a sangre que daban un poco de vida a la pintura oscura, generalmente de color gris, que llevaban.
El día del fileteador es el 14 de septiembre y se celebra en conmemoración a la primera exposición de filete porteño que se realizó en Buenos Aires en la Galería Wildenstein en 1970.
Cuando se generaliza el uso del transporte automotor los carros pierden el mercado del transporte pero el fileteado logra continuar en los camiones. El fileteador trabajaba en las fábricas de carrocerías para camiones, siendo el toque final a gusto del dueño. Se hizo costumbre que el fileteador firmara su obra de arte en el mismo vehículo.
Luego llegó el colectivo (ómnibus urbano) que fue todo un cambio de paradigma ya que era un transporte muy diferente al camión. El nombre de la empresa de colectivos se escribía en letras góticas, mientras que el número de la línea se hacía un dibujo que representara lo que significaba para los jugadores de la lotería, que en Argentina se de nomina «quiniela» (Hay 100 significados de los números de la quiniela con sueños que pudo tener el apostador)
El artísta plástico más representativo actualmente del Fileteado tanguero es Jorge Muscia, conocido como «El Filetador del Tango»
En diciembre de 2015 el Fileteado porteño fue declarado por la UNESCO como patrimonio de la humanidad.